RABAJO. La recompensa del aprobado sólo se consigue con esmero, dedicación y horas de trabajo. No tengas miedo al trabajo constante, es mejor que lo trates como un camarada con el que vas a combatir el cansancio del día a día. Además es un esfuerzo intenso pero con fecha de caducidad y ¡la recompensa bien lo merece!

STUDIO. No ofrezcas resistencia al estudio, haznos caso, ¡si no puedes con tu enemigo súmate a él! Déjate llevar por las aguas del saber y que no te importe hundirte en las profundidades de los conceptos. Memorizar forma parte del estudio, aunque no es la parte más agradable es necesaria e importante, así que dedícale su tiempo. Hay algunas técnicas que te pueden ayudar:

1. Utiliza reglas nemotécnicas que te sirvan para relacionar conceptos.
2. Repite varias veces los temas.
3. Intenta relacionar los conceptos con alguna vivencia o experiencia personal.
4. Dota de un hilo musical a ese concepto que te cuesta memorizar y conviértelo en una canción.
5. Grábate recitando la lección con entonación y ánimo y póntela mientras duermes. Aunque te parezca increíble el cerebro recuerda lo que le dices por la noche mientras descansa.

 TENCIÓN. Se trata del proceso voluntario por el que nuestra actividad mental o nuestros sentidos se centran en un determinado estímulo, dejando de lado todos los demás. Concéntrate y presta atención al tema que estás trabajando o estudiando y evita que las moscas, el partido de fútbol que te gustaría estar jugando, la tableta de chocolate que te comerías o la/el chic@ que te gusta y con el que te encantaría estar, se conviertan en tus estímulos predominantes.

OMPRENSIÓN. Ten en cuenta que comprender un concepto, una operación o un problema lleva tiempo y tienes que contar con ello. Pero ese tiempo, no es tiempo perdido aunque lo parezca, lo recuperas después. Cuando entiendes el tema, la ecuación o el problema que tienes entre manos todo va más rápido. Así que dedícale tiempo a entender y comprender lo que estás estudiando es un tiempo bien invertido que te ayudará a afianzar el concepto y a que no se te olvide después.

ORARIO. Planificar el tiempo que tienes para el estudio de cada asignatura es esencial para seguir un orden y tener un método de trabajo eficaz en el que aproveches el tiempo que tienes.

1. Coge un calendario, cuenta los días que te quedan hasta el examen y ve apuntando qué temas toca estudiar cada día.
2. El día previo al examen, guárdalo sólo para repasar esa asignatura. Es decir, para ese día ya has tenido que estudiar todo el temario.
3. Divide el temario que tienes entre el resto de los días que te quedan.
4. Entre la mañana y la tarde, es bueno hacer un parón para comer y echarte una siesta de 10 minutos, no más. Te levantarás con energías renovadas.
5. Por último, pero no menos importante, sigue el plan que te has marcado.

Haz lo mismo con el resto de las asignaturas y tendrás tu planificación de estudio hecha y lista para ser cumplida.

RANQUILIDAD. No te pongas más o menos nervioso la situación no va a cambiar. Evita agobiarte, no sólo no te ayuda a estudiar, sino que además te hace perder el poco tiempo que tienes. Cuando te sientas angustiado:

1. Frena, para esa cabecita tuya que sólo da vueltas.
2. Cierra los ojos.
3. Pon la mente en blanco.
4. Respira hondo por la nariz, aguanta 20 segundos y expira por la boca, entre 6 y 8 veces.
5. Ordena tu cabeza de nuevo, céntrate en lo que tu planing dice que te toca hacer en ese momento y no pienses en lo siguiente que tienes que hacer. Cuando llegue su turno, lo acometerás.

SQUEMA. La mejor manera de aprender un temario es haciéndote esquemas. Esta técnica te servirá principalmente para las asignaturas más teóricas.

1. En primer lugar, lee el temario de tirón.
2. Una vez que hayas entrado en materia, vuelve a leerlo subrayando tan sólo lo esencial, lo que te ayuda a entender los conceptos.
3. Después sintetiza las ideas y traslada lo subrayado a un esquema.
4. Por último estúdialo y fija en tu mente los conceptos.

Durante el proceso de esquematización deberás poner mucha atención, lo que te empujará a comprender bien el concepto para sintetizar la idea en el esquema y cuando te pongas a memorizar, te darás cuenta de que lo has interiorizado y prácticamente ya te lo sabes.

Destina un cuaderno a los esquemas que vas a elaborar de todas las asignaturas y sigue un orden. Esto te ayudará a repasar.

NÁLISIS.  Es bueno testear cómo va tu aprendizaje. Te ayuda afianzar conceptos y te da seguridad a la hora de continuar con el estudio de los siguientes temas. Puedes ANALIZAR tu aprendizaje:

1. Haz un rápido repaso mental de lo estudiado el día anterior con los esquemas realizados.
2. Simula una tómbola. Haz papeletas en las que escribas los temas que has estudiado, mételas en un vaso o frasco, remuévelas, saca 3 al azar y desarrolla mentalmente el tema.
3. Coge test o pruebas de años anteriores y autoevalúate.

ENTALIZACIÓN. Para que todas estas técnicas tengan su fruto, lo principal es mentalizarse de que tienes que estudiar y trabajar con constancia y esfuerzo. Por lo que las salidas, los paseos y las quedadas con tus amigos tendrán que posponerse para cuando termines los exámenes.