Los estudiantes exigen una EBAU única en toda España. Consideran que la prueba es injusta y discriminatoria, ahora, pues se plantean ejercicios con distintos grados de dificultad en cada región.

Como casi cada año, el tema de la antigua selectividad vuelve a estar en el candelero de la polémica educativa. La deriva de las diferentes leyes de educación promulgadas en los últimos años ha creado un caldo de cultivo de cambio constante que ha acabado saturando a los mayores afectados, los alumnos. Quienes quieren y necesitan una estabilidad en esta materia, una cuestión que se torna imposible de conseguir, pues cada año salen leyes nuevas o condicionantes nuevos a la ley en vigor.

Los alumnos han decidido, aprovechar la cercanía de las elecciones para presionar a los futuros gobernantes para que aborden un asunto que lleva muchos años en el tintero y que ellos acometieron el pasado mes de junio, en plena EBAU, cuando comunidades como Galicia y Castilla y León (más tarde se unió Andalucía) y diversos colectivos estudiantiles alzaron la voz sobre lo que consideraban “desigualdades” ante unos exámenes que decían “más difíciles” en unas regiones que en otras.

La ministra de Educación en funciones, Isabel Celaá, creó un grupo de trabajo para analizar si dicha diferencia existía o no. Los datos obtenidos dieron la razón a los estudiantes, sin embargo, el ejecutivo en funciones denegó la solicitud de establecer una misma prueba para toda España.

Roberto Castrillo, un universitario leonés inció la recogida de firmas (actualmente han llegado a las 190.300 firmas) para acabar con la EBAU. Castrillo criticó que una “pequeña diferencia” en las notas puede ocasionar que un alumno no entre en la carrera que quiere: “La dificultad no está en el hecho de aprobar el examen, sino de sacar buena nota” principalmente para Medicina, dobles grados o ingenierías.

Las universidades públicas de Cantabria, Castilla-La Mancha, Extremadura, Baleares, La Rioja, Asturias, País Vasco, Navarra y Aragón, se han sumado a las protestas de estos estudiantes y han acordado proponer a sus gobiernos autonómicos que los coordinadores de la EBAU se reúnan para “llegar a acuerdos que permitan armonizar los criterios”.

Por su parte, los rectores de la CRUE están de acuerdo con estudiar un tema «que todos los años genera cierta incertidumbre», pero opinan que, en términos generales, «funciona correctamente”. (Leer noticia completa)

¿En qué afectaría este cambio a la Prueba de Competencias Específicas (PCE) de la que se examinan nuestros alumnos que están estudiando en el extranjero segundo de Bachiller?

En verdad nadie se ha manifestado a este respecto. Desde TeachTeam queremos analizar las diferentes casuísticas a las que nos podemos enfrentar.

• Por un lado puede caber la posibilidad de que una reforma de esta ley no implica ningún cambio en la prueba de la PCE.
• Por otro lado es posible que si se exige la misma prueba para todos los estudiantes españoles también se exija hacer común esta prueba a los alumnos españoles que están estudiando en el extranjero. Es decir que podría darse el caso de que nuestros chicos se tengan que preparar los mismos exámenes que sus compañeros en España. Actualmente la UNED establece la prueba de la PCE con un contenido diferente que el que se exige en España, principalmente, porque en España tampoco existe un único examen para todos. Pero en el momento en el que si exista un examen único para toda España no es descabellado pensar que se haga extensible a los alumnos que vienen del extranjero.

Sin embargo todo esto son conjeturas que se irán desvelando si esta reforma tiene lugar, algo que no parece que ocurra en un corto plazo de tiempo, pues antes es necesario contar con un gobierno estable. Lo que no parece probable es que tras la prueba de la EBAU y la PCE los criterios de admisión de cada universidad se modifiquen o se unifiquen. Cabe imaginar que los criterios de admisión de los universidades se mantendrán como hasta ahora o variarán por elección autónoma, de cada universidad.